2022-10-13 | Revista New Roads

Libertad encontrada detrás del volante

Una organización dirigida por veteranos ha ayudado a más de 1,000 personas a volver a sentarse en el asiento del conductor.

Se estima que 25.5 millones de estadounidenses tienen discapacidades que les dificultan sentarse en el asiento del conductor e incorporarse luego, y que dificultan los viajes fuera del hogar. El veterano del Cuerpo de Marines Joshua Himan lo sabe muy bien. Un accidente durante su último mes de despliegue en Afganistán lo dejó paralizado desde el pecho hacia abajo. Ha usado una silla de ruedas desde 2009.

 

"Durante varios años no pude conducir, simplemente porque no podía encontrar un vehículo pensado para solucionar estas dificultades", explica Himan.

Joshua Himan, un veterano discapacitado del Cuerpo de Marines, se unió con su terapeuta ocupacional en Walter Reed para fundar el centro Driver Rehabilitation Center of Excellence, que ayuda a personas con todo tipo de discapacidades a adquirir independencia a través de la movilidad.

Es decir, hasta que conoció a Tammy Phipps, su terapeuta ocupacional y especialista en rehabilitación para la conducción, en Walter Reed National Military Medical Center en Bethesda, Maryland. Phipps, una mayor retirada de la Reserva del Ejército de los EE. UU., estaba dirigiendo el primer programa de rehabilitación para la conducción en el Departamento de Defensa. Himan fue tan solo uno de los más de 400 guerreros heridos a los que ayudó mientras trabajaba allí.  

 

En 2016, Phipps y Himan unieron fuerzas para abrir el centro Driver Rehabilitation Center of Excellence (DRCE) en Fairfax County, Virginia. "Somos un centro integral para cualquier persona con una discapacidad que desee adquirir o recuperar la independencia en cuanto a la movilidad comunitaria", declara Phipps, directora ejecutiva de DRCE. "Atendemos a muchas personas con discapacidades físicas, pero también llegan personas con discapacidades de aprendizaje o déficits de visión que tal vez solo necesiten una técnica o un enfoque adaptados para conducir, que no requerirían modificaciones mecánicas".

 

Desde su fundación, el DRCE ha ayudado a más de 1,000 personas a volver a conducir y brinda asistencia en todos los aspectos, desde recomendación de vehículos más adecuados según las necesidades de una persona hasta instalación de equipos de conducción adaptativos y capacitación del conductor para que se sienta cómodo detrás del volante.

Joanna Bonilla, que quedó paralizada en 2012, comenzó a trabajar con el DRCE cuando estaba lista para volver a conducir cinco años después. Ella asegura que su Traverse 2021, a la que le puso el apodo de "Viuda negra", le ha devuelto la vida.

"Hemos sido capaces de generar avances, y muchas personas han podido adquirir independencia a través de la conducción, que de otro modo no lo hubieran podido hacer", declara Phipps.

 

Ese grupo incluye a Joanna Bonilla, que quedó paralizada en 2012 debido a una complicación por lupus, enfermedad de la que había recibido su diagnóstico 10 años antes. "Los primeros tres años de parálisis los pasé básicamente en la cama", relata. "Siempre había sido una persona muy activa, por lo que, no bien mi terapeuta físico me contó sobre gimnasios adaptables y cómo podía recuperar fuerza para llevar a cabo distintas actividades, como conducir, no hubo vuelta atrás".

 

Casualmente, Bonilla y Himan se habían conocido cuando estudiaban en Radford University, por lo que, cuando estuvo lista para conducir en 2017, se reconectó con él y comenzó a trabajar con el DRCE.  

 

"Mi principal alegría en esta actividad radica en que no solo podemos ayudar a otros veteranos militares, sino que también podemos ayudar a personas como Joanna", afirma Himan. "Hay un gran vacío en lo que respecta a recursos para personas comunes que desean recuperar independencia a través de la conducción".

Un vehículo soñado

El DRCE destaca varios vehículos entre los que elegir, y la Chevy Traverse es, de lejos, la más popular. Himan enfatizó la emoción que generan tanto la apariencia como la funcionalidad de la Traverse. "Estamos muy felices de que Chevy haya facilitado otra opción para personas en la comunidad de discapacitados, para que puedan elegir un vehículo que no sea una minivan", cuenta Himan. "Mi próximo vehículo será una Traverse".

 

Bonilla es propietaria de una Traverse 2021 y compartió lo orgullosa que está de tener su soñada SUV 100% negra, a la que dio el apodo de Viuda Negra. "Tiene un andar suave, y los pequeños detalles son los que me hacen sentir una persona 'normal'", exclama. "Conducir me ha devuelto la vida".

 

La belleza de la Traverse radica en que puede ser tanto un vehículo totalmente modificado, como el que Bonilla necesitaba, como una SUV segura y accesible. "Las personas no la consideran un auto adaptable. Solamente la ven como auto rudo", explica Bonilla.   

COMODIDAD CON ELEGANCIA

Tres claves para que la Traverse sea accesible:

DISEÑO

Manijas de agarre (pasajero delantero y segunda fila), corredera de asiento Smart Slide® del lado del pasajero en la segunda fila para obtener acceso fácil a los asientos plegables con división 60/40 de la tercera fila (con tercera fila plegable eléctrica disponible) y mejor capacidad de almacenamiento máxima de su clase de 98.2 pies cúbicos.

TECNOLOGÍA
Compuerta eléctrica manos libres disponibles, volante totalmente ajustable, visión envolvente HD y cámara retrovisora incluida de forma estándar

SEGURIDAD

Además, se incluye de forma estándar Chevy Safety Assist en todos los modelos, que incluye frenado de emergencia automático, sistema de frenos por peatón al frente, Lane Keep Assist con Lane Departure Warning, Forward Collision Alert, IntelliBeam® e indicador de distancia de seguimiento.   

Después de aprender tanto en su propio viaje de rehabilitación, Bonilla se inspiró para fundar una organización sin fines de lucro, llamada Adaptive Fitness Legion, para ayudar a otros a adquirir fuerza y oportunidad a través del entrenamiento adaptable. Hoy en día, tiene más optimismo que nunca.  "Estoy planificando mi primer viaje de cuatro horas a Virginia Beach con mi familia", cuenta. "Estoy superemocionada por mostrar mi Traverse".  

 

HISTORIA: CASEY ROSENHAUS / FOTOGRAFÍA: CHRIS BACARELLA