Austin Prock forma parte de una familia de Funny Car

Durante casi todos los meses anteriores al comienzo de la temporada, Austin Prock no tenía ni idea de cómo iba a ser su calendario de carreras para 2024. El joven y talentoso conductor de John Force Racing (JFR) acababa de terminar un año en el que había obtenido una victoria en su dragster Chevrolet de Top Fuel y terminado en el octavo lugar en la tabla de posiciones de Mission Foods Drag Racing Series de NHRA.

Sin embargo, se encontró en la posición nada envidiable de no tener financiamiento para continuar corriendo con su auto.

Aún así, Prock ya había estado en esa posición antes.

Lo mismo sucedió en 2021 cuando el mundo estaba volviendo a encontrar su equilibrio luego de haber sido azotado por la pandemia por COVID. No obstante, cuando se reanudó la temporada de NHRA, el dragster de Prock continuó estacionado. Ese año, se unió a su papá, el legendario jefe de equipo Jimmy, para trabajar en el supercargador del Funny Car Camaro SS del tricampeón Robert Hight en el campamento de JFR.

Tal vez, haría lo mismo esta temporada. Entonces, de la nada, en enero de este año, JFR anunció que Prock efectivamente iba a regresar al programa de su padre. Como conductor.

Hight necesitaba bajarse del auto por motivos de salud y la opción lógica era encontrar su reemplazo dentro del mismo equipo.

"Esencialmente, caí en una olla de oro", afirmó Prock. "Es una pena que suceda de esta manera, pero es una gran oportunidad para mí, que fue tan sorprendente para mí como para todos. No tenía idea de lo que iba a llegar".

Prock, de 28, se había unido originalmente a JFR con la idea de ingresar a la categoría de Funny Car. Obtuvo su licencia en la categoría en 2018 después de crecer principalmente en carreras de Midgets y Sprint Cars en óvalos. Pero su carrera dio un vuelco y se subió a un dragster de Top Fuel como compañero de equipo de Brittany Force para la campaña de 2019. Disfrutó de gran éxito en el auto, pero siempre tuvo la esperanza de hacer la transición algún día al mundo de Funny Car.

Aprovechó al máximo la oportunidad rápidamente, al ganar el PRO Superstar Shootout en Florida's Bradenton Motorsports Park en su primer arranque de Funny Car en febrero. Luego, llegó a la ronda final de la carrera Gatornationals de inicio de la temporada de la NHRA en Gainesville Raceway en marzo, y ganó la NHRA Arizona Nationals en Firebird Motorsports Park cerca de Phoenix en abril. A lo largo de cinco eventos de la temporada, el conductor del equipo Chevy ha sumado la mayor cantidad de puntos en la categoría Funny Car.

Prock considera que la química con su familia es parte del éxito. No solo su padre, Jimmy Prock, es el jefe de equipo, sino que también su hermano, Thomas, es el vicejefe de equipo del auto. Sin embargo, el equipo siempre ha sido uno de los más fuertes en las pistas, ya que Hight ganó 65 carreras en su ilustre carrera.

"Este auto, independientemente de que yo estuviera detrás del volante o no, iba a competir por victorias", aseveró Prock. "Mi padre y hermano diseñaron el auto el año pasado e hicieron ajustes finos a lo largo de todo el año. Al aterrizar en Bradenton, estaban 100 pasos adelante de donde estaban el año anterior. Han estado haciendo pequeños ajustes, aprendiendo y atacando. Y eso se está demostrando".

Los diseños de Jimmy Prock son agresivos por lo que reciben de apodo "Prock Rockets'' (Cohetes de Prock), y Thomas sigue sus pasos. Tiene formación en ingeniería y es dos años mayor que Austin. Los dos se conocen íntimamente, ya que Thomas se desempeñó como jefe de equipo de Austin cuando tenía 12 años y su hermano tenía 10. Aprendieron a trabajar juntos cuando su padre estaba lejos de casa, participando en carreras.

"Es útil porque nos conocemos muy bien", explica Thomas Prock. "No hay una barrera de comunicación ni nada de ese estilo. Podemos decirnos la verdad y ayudarnos… Cuando conoces la trayectoria de una persona y sus orígenes, hay un nivel de confianza".

Para Austin, correr con su familia ha sido una meta de toda la vida.

"Tenemos la misma ambición por alcanzar el éxito, por lo que eso es agradable; también es muy reconfortante para mí que [en la línea de largada], mi padre configura la válvula de barril, golpea la carrocería, y esa es la última persona que veo", explica. "Escuchar cómo él y mi hermano trabajan juntos es genial. Realmente, lo estoy disfrutando".

Si bien algunas familias prosperan trabajando juntas, otras no pueden hacerlo. Eso se aplica a cualquier industria. Prock admite que él y su padre tenían un poco de recelo de trabajar juntos por primera vez en 2021, en un entorno de tal presión. Descubrieron que no discutían ni peleaban, ni tenían desacuerdos que pudieran enrarecer el clima en las fiestas.

"Cada uno respeta la posición del otro; yo no le digo a mi papá y hermano como realizar los ajustes finos del auto, y ellos no me dicen cómo conducirlo", sostiene Prock. "Los equipos de carreras se arman como una empresa; se contratan personas específicas para puestos específicos y se les deja realizar su trabajo. De esa manera armó este equipo mi padre".

Tiene sentido que los Prock trabajen juntos como una familia debajo del paraguas de John Force Racing. John Force, el propietario del equipo, el 16 veces campeón y conductor con más victorias en Funny Car en la historia de NHRA, ha alineado Funny Cars para sus hijas Ashley y Courtney a lo largo de los años. Su hija Brittany continúa compitiendo en la categoría Top Fuel, en la que ha ganado dos campeonatos. Danny Hood, yerno de Force y esposo de Ashley, también es uno de los jefes de equipo. Su hija mayor, Autumn, también trabaja en la empresa, en el detrás de escena.

Esos son solo algunos ejemplos de los numerosos vínculos familiares dentro de la organización.

Prock es más de 45 años más joven que su jefe y compañero de equipo, pero los dos tienen una relación estrecha.

"Siempre me da consejos excelentes y es un gran motivador para impulsar la ambición de las personas; quiero tener un buen desempeño porque me ha dado una enorme oportunidad", relata Prock. "No quiero decepcionarlo. Correr con él, y tenerlo de jefe, instructor de conducción e instructor de vida ha sido realmente genial. Me ha enseñado mucho en mi carrera".

Esas enseñanzas se trasladan también a la pista, en la que Prock señala que Force es extremadamente metódico desde la línea de largada. Por eso, vencerlo es un desafío extraordinario. Prock es uno de los conductores más jóvenes en la categoría de Funny Car, y ha admirado a muchos de los nombres más importantes durante años. Ahora, está aprendiendo sus tendencias para vencer ronda tras ronda, semana tras semana.

Le juventud de Prock le ayuda mucho, no solo por sus vertiginosos tiempos de reacción, sino también por la perspectiva que él puede proporcionar y el valor que puede ofrecer a los patrocinadores que intentan llegar a la población joven.

Por supuesto, el mayor desafío de todos en la categoría Funny Car radica en conducir los autos en sí. Si bien tanto los Funny Cars como los dragsters de Top Fuel utilizan motores supercargados, propulsados por nitrometano, capaces de generar 11,000 caballos de fuerza y de alcanzar velocidades superiores a los 330 mph en una pista de 1,000 pies en menos de cuatro segundos, allí terminan la mayoría de las similitudes. En particular, los Funny Cars cuentan con una distancia entre ejes significativamente menor, una carrocería sobre el conductor que cambia tanto la vista como la aerodinámica, y un motor en frente del hombre o de la mujer en el interior.

En consecuencia, los conductores deben luchar constantemente contra los autos, mientras que Prock asegura que las máquinas de Top Fuel utilizan un estilo de conducción más "point-and-shoot". También considera que su experiencia en autos sin techo es muy similar a la de Funny Car y a la sensación de seguir tus instintos.

"Hay pocas personas que se animan a subirse a uno de estos, pero a mí me encanta; aunque parezca raro, me siento cómodo en ellos", asegura Prock.

También explica que los Funny Cars son, tal vez, el único vehículo de carreras en el que el conductor se sienta bien atrás en el auto, cerca de las enormes ruedas traseras. Por ende, el conductor es esencialmente el péndulo y puede sentir de inmediato cuándo se desgastan los neumáticos y cuánto accionamiento del volante se requiere.

Prock no sabe con certeza qué le depara el futuro, pero, por ahora, él y su familia están disfrutando del viaje, tanto de manera literal como figurativa.

"Los padres siempre quieren ver triunfar a sus hijos y esta es una oportunidad realmente buena para él", explica Jimmy Prock. "Estamos contentos por contar con él".

Antes de los 30 años, la carrera de Austin Prock ha sido una montaña rusa, y se ha basado en la suerte y las casualidades. Pero eso lo ha fortalecido y lo hace apreciar más su tiempo detrás del volante. Además, considera que todo sucede por un motivo.

En este caso, le ha permitido ganar carreras con su familia.

"Tengo la oportunidad de correr con todos ellos", cuenta. "Es como un sueño hecho realidad".

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