
2021-05-14 | Revista New Roads
Una semana con una Silverado Custom
El artista urbano de Detroit, Freddy Diaz, ha visto cambiar a la ciudad, un reflejo de su propia maduración como artista. Le prestamos una Silverado Custom 2020 para ver cómo se adaptaría a su ajetreada vida.
Freddy Diaz representa tanto a su vecindario que se ha convertido en parte de su nombre. Diaz es de Southwest Detroit, así que se convirtió en SW Freddy.
Diaz ha visto a la gente del vecindario superar lo peor, cuando la población de la ciudad mermó y la situación económica estaba difícil. Aunque ahora el vecindario se recuperó, todo era diferente cuando Diaz era niño. "No había recursos. Detroit ahora es una ciudad prometedora, pero fue muy pobre durante mucho tiempo", recuerda Diaz.
En ese entonces la situación era desoladora, pero Diaz encontró inspiración en el arte que venía en las paredes o pasos a desnivel, salpicones de color en medio de un paisaje deprimente. Diaz pronto empezó a pintar también. Su amor por el arte fue creciendo y lo aceptaron para estudiar en College for Creative Studies, una prestigiosa escuela de arte en su ciudad natal. Pero nunca sintió que de verdad pertenecía allí. Eventualmente abandonó sus estudios y optó por tomar las lecciones aprendidas de otros creadores como él y usarlas para abrirse paso en el nuevo campo del arte urbano.
Los detalles importan

SILVERADO 1500
TURBO DE 2.7 L
MOTOR DISPONIBLE
310/348
HP/LB-FT DE TORQUE CON MOTOR TURBO DE 2.7 L DISPONIBLE
AUTOMÁTICA DE 8 VEL.
TRANSMISIÓN DISPONIBLE

Una decisión que no les cayó del todo bien a sus padres, que emigraron de México y trabajaban en granjas para mantener a su familia.
"Su mentalidad era: vinimos en busca del sueño americano, más te vale obtener un título, de médico, abogado, lo que sea", dice Diaz. "Ni siquiera querían que sea artista cuando estudiaba en la escuela de arte, así que cuando abandoné fue como, hombre, ni siquiera puedo ir a casa".
Así que no lo hizo. Vendió su auto y usó el dinero para viajar por Europa, donde trabajó en los estudios de muralistas consolidados en Francia e Italia, que también habían empezado con grafitis. Allí, sin hablar el idioma y sin entender la cultura, se sintió como imaginaba se habían sentido sus padres cuando recién llegaron a los Estados Unidos.
Cuando volvió a Michigan, Diaz tuvo que sincerarse con sus padres, pero también sentía que ya tenía la visión artística y destreza empresarial para ganarse la vida pintando.


Incluso en ese momento primero fue algo lento. "Fui literalmente a todos los negocios, fui a golpear todas las puertas", cuenta. "Mucha gente dijo que no, pero hubo un restaurante, fueron los primeros en decirme: 'para empezar queremos que pintes algunas mesas y vemos, ¿qué te parece?'".
El trabajo inicial de pintar mesas y objetos pequeños quedó muy bien, y pronto Diaz empezó a tener proyectos cada vez más grandes. Hoy los comerciantes de su vecindario mayoritariamente latino lo invitan a dejar su marca en sus negocios.
“
POCO A POCO, ASÍ ES COMO PUDE
TRIUNFAR EN LO QUE HAGO Y, ADEMÁS,
DIVERTIRME HACIÉNDOLO.
FREDDY DIAZ
”
"Esa transición para mí fue la mejor manera de empezar a ser un artista porque no había nadie diciéndome: 'bueno, si quieres hacer esto tienes que hacerlo de esta forma'". "Prácticamente era yo el que decidía qué se sentía bien, qué se sentía mal, dónde me veía a mí mismo, qué me veía haciendo y dictar mi propio crecimiento y quién quería ser".
Ahora se ha convertido no solo en el único artista que quiere ser, sino también en el emprendedor que quiere ser, habiendo aprendido mucho de los propietarios de los negocios cuyos edificios ha convertido en obras de arte.

"Al trabajar con negocios locales en la comunidad, esos comerciantes me ayudaron a administrar mi propio negocio", dice. "Poco a poco, así es como pude triunfar en lo que hago y además divertirme haciéndolo".
La Silverado y sus 12 ganchos de amarre estándar en la caja le resultaron muy útiles a Diaz, que suele llevar bastantes cosas entre pintura y equipos para los andamios. "A veces trabajo de noche", cuenta. "La caja tiene luces LED, y fue genial tener eso cuando uno no puede ver lo que está agarrando para sacar de la camioneta. Todo ese tipo de cosas fue muy genial".
También le encantó el look moderno de la Silverado, aunque confesó que tuvo que tener muchísimo cuidado dado el rubro al que se dedica. "Me dieron una camioneta blanca y soy pintor, así que sí que pensé: 'mano, tengo que tratar de mantener esta cosa limpia'", dice riendo.


No solo logró eso, sino que la Silverado Custom impresionó hasta al más particular de los críticos con sus defensas del color de la carrocería, barra de parrilla central y rines de aluminio pintados en Plata Brillante de 20 pulgadas. "Es una camioneta que luce súper genial", dice Diaz. "Cuando estacionas todos tus amigos están tipo: '¡miren a este!' Me dio mucha seguridad y sacó lo mejor de mí y de mi trabajo".
Diaz también notó las características prácticas y de seguridad de la Silverado como la defensa trasera CornerStep y, en particular, la cámara retrovisora† que te ayuda a estacionar en la obra. Y para un artista muy buscado, ir de un trabajo a otro con la comodidad de la espaciosa cabina de la Silverado fue otro de los beneficios con los que Diaz estuvo muy agradecido.
Agradecido es algo que SW Freddy se siente mucho últimamente. Agradecido de poder expresarse a través del arte y agradecido de provenir de un vecindario que lleva con orgullo en su nombre.
HISTORIA: JON ARNOLD / FOTÓGRAFO: JUSTIN MILHOUSE