2018-3-1 | Revista New Roads de Chevy

Compañeros de armas

Una historia compartida e inesperada que reunió a dos veteranos de dos generaciones diferentes. Uno le compró una Equinox al otro y ahora son amigos de la vida.

Cuando llegó el momento de que George Patton Waters compre un nuevo vehículo, no había duda de dónde iría a buscarlo: Buss Chevrolet en Shawano, Wis., donde el veterano de 94 años de la Segunda Guerra Mundial, Reuben Schaetzel, es un vendedor.

"Usted condujo un tanque para mi abuelo, ahora yo quiero comprarle un auto a usted", Waters le dijo a Schaetzel. Waters es el nieto del General George S. Patton. Se había encontrado con Schaetzel varios años antes, durante un festival en Pilsen, República Checa, para celebrar la liberación de esa ciudad de los nazis por parte del Tercer Ejército de Patton. "Nos encontramos y comenzamos a hablar sobre mi abuelo", dice Waters, quien pasa 100 días por año dialogando con grupos de veteranos. "Me miró y me dijo: 'yo le conduje un tanque a ese desgraciado. Nos hicimos mejores amigos. Me gustaría decir que somos como hermanos".

Ambos hablan por teléfono casi todos los días. Pero no fue hasta que volvieron a encontrarse durante un evento de recaudación de fondos en Lambeau Field, Green Bay, Wis. para Brian LaViolette Scholarship Foundation, que había ayudado a patrocinar el viaje de Schaetzel a Pilsen, que el tema de la venta del auto salió a la luz.
 

"Yo dije: '¿dónde cree que puedo conseguirlo?'", afirmó Waters. "Se sentó durante un momento y me hizo algunas preguntas, como qué me gusta, adónde iba. Dijo: 'Necesitas una Equinox'. No me di cuenta de que él había vendido 17,000 autos".
 

De hecho, Schaetzel comenzó a vender autos en 1951 y pasó toda su carrera profesional junto a Chevrolet. Así que le resultó muy simple ayudar a que Waters, 77, elija el Chevy perfecto para su estilo de vida. Waters valora que la Equinox sea sencilla para que él y su esposa, Martha, puedan entrar y salir, y que ofrezca una tecnología de seguridad avanzada, techo corredizo eléctrico panorámico y un paquete de remolque disponible Pero, lo más importante para Waters, es que el vehículo ofrezca 63.5 pies cúbicos de espacio máximo de carga para mayor comodidad al viajar, así como el sistema de infoentretenimiento Chevrolet MyLink

"Esta Equinox puede llevarte a casi cualquier lugar que quieras ir", remarca Waters con entusiasmo. "Encontramos un pequeño lugar en la montaña y nos llevó exactamente hasta allí. El sistema de navegación [disponible] es notable. Ya hice 21,000 millas y no veo la hora de llegar a 200,000.
 

"Es fantástica", agrega. "Esta Chevrolet es simplemente perfecta".

 

Explorando una historia compartida con un hombre grandioso
1) Fotografía de Schaetzel como soldado joven; 2) Waters (a la derecha) y Schaetzel conversan en el concesionario donde Schaetzel sigue vendiendo vehículos Chevrolet; 3) Las botas del abuelo famoso de Waters, junto a una fotografía suya con Patton cuando era niño.

La vida cierra su círculo

Era el año 1945. El campo de batalla estaba en Alemania. Una bazuca había estallado en el tanque de Schaetzel, lo que dio muerte a tres de sus camaradas e inmovilizó su vehículo.

"Si te encuentras en una zona donde hay fallecidos, no puedes simplemente abandonarlos", dice Schaetzel, quien se desempeñaba como el conductor del tanque. "Tenía la responsabilidad de estar con ellos durante la noche. Tenía mucho temor porque estaba totalmente solo y no me sentía muy bien porque me había quemado.

"A la mañana siguiente, un jeep llegó hasta el lugar", agregó. "Tenía una placa con cuatro estrellas. Dije: 'Hombre santo, es el General Patton'. Saltó del vehículo hasta la compuerta trasera de mi taque. Colocó su brazo en mi hombro y dijo: '¿Soldado, qué sucedió aquí?' Le dije: 'Mire mi torreta'.

"[Después de ver los cuerpos de los soldados], su rostro empalideció. Regresó, se agachó a mi lado y me dijo: ¿Estás bien?" Yo le dije: "Estaré bien". "¿De dónde eres?", me preguntó. "De Wisconsin", le dije. Me dio una palmadita en la espalda y dijo: "Buena suerte, soldado", y se bajó del tanque, subió a su jeep y se alejó manejando".

Siete décadas más tarde, cuando Waters retiró su nueva Equinox, se sorprendió al descubrir que venía con un soporte de placa de cuatro estrellas, así como también con el medallón de división de su famoso abuelo en la parrilla, la cajuela y a cada lado del vehículo. Schaetzel también había firmado el tablero y un sombrero de Chevrolet que Waters tenía en el vehículo.

"George estaba emocionado", cuenta Schaetzel. "Trajo las botas de su abuelo y me las mostró. Eso provocó un gran impacto. Era un real honor que el nieto del General Patton eligiera comprarme un vehículo. Le costó mucho enviarlo a casa (a Carolina del Sur). Pero eso no le importó. Si iba a comprar un vehículo, me lo iba a comprar a mí."

 

Waters dice que el honor fue todo suyo. Conoció a su abuelo en 1945, cuando tenía 4 años de edad.

 

"Lo recuerdo, era un gran hombre", dice Waters. "Hablaba dos idiomas: uno era inglés y el otro eran blasfemias. Pero pese a su brusquedad, era una persona muy cariñosa.

"Era una gran emoción para mí comprarle un auto a alguien que había manejado un tanque para mi abuelo", agrega Waters. "Es como que lo que se da, se recibe. Es el hombre más afortunado del mundo de estar vivo, y yo incluso tengo más suerte de conocerlo. Es simplemente asombroso ver cómo todo esto está conectado." 

 

HISTORIA: LESLIE ELLIS/FOTOGRAFÍA: KEVIN NETZ

*El precio de venta sugerido por el fabricante no incluye costo del flete, impuesto, título, licencia, cargos del concesionario y equipos opcionales. Haz clic aquí para ver los costos de flete de todos los vehículos Chevrolet.