Solo hay unos pocos corredores cuyos currículum pueden igualar al del piloto del equipo Chevy Pro Stock, Greg Anderson.
Sin embargo, sigue adelante por una sencilla razón: la competencia.
Greg Anderson es uno de los pilotos de NHRA Pro Stock más exitosos de la historia.
"Es estresante y te golpeas la cabeza contra la pared muchas veces porque, obviamente, fallas más de lo que ganas en esta clase", dice el cordial Anderson, que conduce un Camaro SS en la categoría Pro Stock. “Pero los días que ganas, no podrías sentirte mejor. Es fantástico. Cuando conquistas esta categoría, cuando conquistas la montaña y ganas en esta clase y triunfas el domingo u obtienes un campeonato, en mi opinión, es el mayor logro en las carreras de dragsters".
Anderson, de 62 años, tiene muchos logros en su haber. Ha ganado cinco campeonatos como piloto de NHRA Pro Stock y tres, como jefe de equipo. Sus 103 victorias hasta mediados de octubre son superadas solo por John Force en las categorías Pro. Dirige el KB Titan Racing, formado por siete autos, y, durante toda su carrera, ha estado en el ala de General Motors.
También ha dedicado toda su vida al deporte.
Anderson nació en Duluth, Minnesota, donde su padre corría en ocasiones y era dueño de una concesionaria. En su juventud, Anderson trabajó con los autos en la concesionaria haciendo de todo, desde trabajos de carrocería hasta frenos, además de trabajos de motor y transmisión. Aprendió que tenía habilidades mecánicas a temprana edad y, en poco tiempo, aprovechó ese conocimiento para dedicarse a trabajar con autos de carreras.
Con el tiempo, se vinculó con su coterráneo de Minnesota, el legendario Warren Johnson, y se mudó al sur para desempeñarse como jefe de equipo de Johnson. Anderson fue responsable de los famosos autos de carreras Oldsmobile y Pontiac de Johnson, patrocinados por múltiples marcas de GM a finales de las décadas de 1980 y 1990. Los dos juntos ganaron campeonatos en 1992, 1993 y 1995.
Anderson ha transmitido muchas lecciones aprendidas como jefe de equipo a su propio equipo KB Titan Racing.
El talento natural de Anderson para trabajar con autos era evidente, y él y Johnson compartían un vínculo como coterráneos de Minnesota que se esforzaban mucho en su trabajo. Pero Anderson también aprendió muchas lecciones de Johnson, que se ganó el apodo de "El profesor".
"Era el tipo de persona que, por mucho que quisieras trabajar, no podías llegar antes que él [al taller] por la mañana y no podías irte después que él por la noche; era imposible", afirma Anderson. “Él simplemente estaba allí todo el tiempo y había hecho todo en su vida. Había trabajado en aviones, trenes, autos; cualquier problema que tuvieras o algo que no hubieras hecho antes, él ya lo había hecho.
“Así que aprendí muchísimo de él, y lo más importante fue la ética de trabajo. Eso es muy importante".
Anderson estaba principalmente a cargo de todo, desde el cortafuego de los autos en el equipo de Johnson, lo que significa que trabajaba en componentes como el embrague, la transmisión y el extremo trasero. Sin embargo, Johnson le enseñó cómo hacer el mantenimiento del auto desde la defensa delantera hasta la trasera, incluido el motor. Eso le resultó muy útil a Anderson en el futuro de su carrera, cuando cambió de roles y se convirtió en especialista en motores.
Johnson también es responsable de que Anderson se convirtiera en piloto, algo en lo que nunca había pensado mucho. Pero después de que un día Anderson y el hijo de Johnson, Kurt, criticaran un desempeño en la pista, Johnson los envió a ambos a la famosa escuela para carreras de dragsters de Roy Hill para que aprendieran cómo era conducir un auto Pro Stock.
La consistencia de Anderson al volante le ha valido cinco títulos Pro Stock, todos en vehículos GM.
Obtener su licencia de Pro Stock le permitió a Anderson competir sin dejar de estar activo en la parte mecánica. Comenzó su carrera en Pro Stock en 1998 y se unió al dueño de autos Ken Black en 2001. Ganó su primera carrera ese año en Bristol Dragway y comenzó a trabajar con el recién formado KB Racing de Black en 2002. Pronto ganó tres títulos de Pro Stock consecutivos desde 2003 hasta 2005, y, desde entonces, ha sumado campeonatos en 2010 y 2021.
Anderson cree que el conocimiento adquirido como jefe de equipo lo ayuda en la pista. Si bien señala que, a veces, es posible que tenga demasiados pensamientos dando vueltas en su mente cuando solo necesita concentrarse en prepararse y en responder ante el árbol de Navidad, sus conocimientos de mecánica también lo hacen muy consciente de cómo se está desempeñando el auto y cómo debe conducirlo.
"Podemos ejecutar computadoras a bordo y registrar una gran cantidad de datos, pero todavía hay ciertas cosas que uno debe poder sentir o ver a simple vista", sostiene. “Esa es una de las cosas que aprendí como jefe de equipo. Hay mucho más que esa computadora".
Anderson es metódico en todo lo que hace, desde la forma en que prepara el auto antes de correr hasta su salida en el extremo superior después de completar una pasada. Primero quita el volante, luego se suelta los cinturones y, finalmente, sale de su Camaro SS.
La necesidad de repetición en cualquier clase de carreras de dragsters, pero particularmente en Pro Stock, es la razón por la que Anderson intenta ser tan preciso todo el tiempo. Los autos están tan cerca que el más mínimo cambio puede marcar la diferencia entre encender una luz de victoria o subir al remolque.
Anderson es conocido por su legendaria ética de trabajo y preparación.
"No hay lugar para cometer errores", afirma Anderson. “El otro punto es que conducir estos autos de carrera no es tan difícil, pero sí es extremadamente complicado manejarlos correctamente o a la perfección. Entre los cambios, la dirección y el tiempo de reacción reducido, es muy difícil hacerlo bien. No es tan difícil llegar del punto A al punto B, pero sí es complicado hacerlo a la perfección y conseguir ese gran tiempo adicional cada vez".
Además, ser consistente como piloto le permite al jefe de equipo hacer su trabajo y no preocuparse de que el piloto cambie de técnica al volante.
La consistencia de Anderson llega al punto de que, a menudo, se lo ve con una paleta recorriendo la pista, una forma de combatir la energía nerviosa. Está tan arraigado en su personalidad que incluso los fanáticos le traen cajas de ellas.
Pero aunque Anderson ha sido piloto de Pro Stock durante más de dos décadas, su trabajo es mucho más que chupar paletas y pasar cinco cambios para alcanzar velocidades superiores a 210 mph en seis segundos y medio.
Inicialmente, su función en KB Racing era la de jefe de equipo y piloto a tiempo parcial, pero, pronto, comenzó a dirigir las operaciones de carreras mientras competía en todos los eventos de la pista nacional de NHRA. Cuando Ken Black y su esposa Judy se retiraron al final de la temporada 2022, Anderson asumió el mando cuando el equipo se fusionó con Titan Racing Engines para formar KB Titan Racing. Durante muchos años, el taller ha estado ubicado en el semillero de carreras de Mooresville, Carolina del Norte.
Anderson sostiene que su rol no ha cambiado mucho y que su estilo de liderazgo es de compromiso constante en el taller y en la pista.
"Trabajo en motores todo el día y trato de predicar con el ejemplo", afirma. "Intento trabajar duro muchas horas".
Los siete autos de KB Titan Racing usan la potencia de Chevrolet.
Después de muchas temporadas como un equipo de dos autos, KB Titan Racing ha crecido hasta convertirse en un equipo de siete autos en los últimos años, ya que los cambios en la economía del deporte dejaron a muchos pilotos talentosos sin la capacidad financiera para ingresar a Pro Stock por su cuenta. KB Titan y algunos de los otros grandes equipos de la clase adaptaron sus modelos de negocio para tener más autos bajo su marca, ofreciendo programas en los que los pilotos pueden unirse a las organizaciones y tener acceso al mismo personal y tecnología.
El resultado es que hay más datos que obtener durante un fin de semana de carreras, pero Anderson también trabaja en autos que intentan vencerlo cada semana. Aún así, después de un par de temporadas inestables, la ganancia neta es que la clase Pro Stock ha vuelto a una base estable y no es raro que más de 20 autos intenten clasificarse para 16 lugares en la escala de eliminación.
El Camaro SS constituye la mayor parte de la categoría Pro Stock, y todos los autos de KB Titan usan la marca del corbatín. A lo largo de los años, la estrecha relación de Anderson con el fabricante ha proporcionado muchos beneficios. Durante sus años con Warren Johnson, él y el equipo visitaron, con frecuencia, el túnel de viento y las operaciones de investigación y desarrollo de GM en Detroit, algo que Anderson cree que brindó una clara ventaja con las herramientas, los equipos y los recursos que un OEM tiene a su disposición.
Lo mismo sigue siendo cierto hasta el día de hoy. Anderson ha conducido una variedad de modelos Pontiac y, posteriormente, Chevrolet, durante su tiempo en Pro Stock, pero ha estado en General Motors toda su carrera.
"Desde que me independicé, he tenido la suerte de mantener esa relación con GM, y es invaluable lo que puedes aprender de ellos", dice. “Esperamos que, a lo largo del camino, hayan podido aprender muchas cosas que hemos hecho y que quieran aplicar a sus autos de calle.
“Es una gran responsabilidad compartida, y, sin duda, un beneficio para nosotros, pero, definitivamente, me gusta pensar que también ha sido un beneficio para ellos. En este tipo de vehículos se prueban muchas cosas nuevas por primera vez, y terminan en los autos de calle años después. Hay mucha tecnología que proviene de las pistas de carreras y que llega al auto de calle”.
Anderson tiene un Pontiac GTO 2005 con solo 2,000 millas, y su vehículo diario es una pickup Chevrolet. Pero no tiene mucho tiempo para el pasatiempo de los automóviles, ni para ningún otro, ya que su carrera como piloto es la prioridad.
Aunque ha conseguido más de 100 victorias, Greg Anderson no muestra signos de desaceleración.
Anderson ha logrado numerosos galardones inolvidables en su carrera. Por ejemplo, su victoria número 100 se produjo en las prestigiosas U.S. Nationals, en Lucas Oil Indianapolis Raceway Park. También estableció una relación con HendrickCars.com, cuyo propietario, el exitoso hombre de negocios y dueño de autos de NASCAR, Rick Hendrick, se inició en el automovilismo mediante carreras de dragsters.
Pero Anderson está muy orgulloso del equipo que ha formado. Otra lección que aprendió de Warren Johnson es que, si bien es posible tener una amplia gama de conocimientos, solo puedes especializarte en una cosa. Entonces, con su historia en el deporte y su respetada reputación, Anderson ha podido contratar a quienes considera que son las mejores personas para cada función.
"Estoy muy orgulloso de haber podido formar un equipo que pudiera hacer lo que hemos hecho", sostiene. "No es un mérito mío, sino de este equipo".
Anderson afirma que correrá hasta que ya no pueda ganar, lo que parece que sucederá dentro de mucho tiempo. Pero no fue hace tanto que los veteranos canosos representaban la mayoría de los competidores de Pro Stock. Ahora, la clase cuenta con varios pilotos veinteañeros y treintañeros, cuya juventud les brinda reflejos y tiempos de reacción rápidos.
Con eso en mente, Anderson tiene la vista puesta en el futuro, y su hijo, Cody, es un miembro esencial del equipo del programa KB Titan Racing.
Pero, por ahora, Anderson está comprometido a conducir y hacer que los autos de carrera sean cada vez más rápidos.
"La competencia es tan intensa y los motores son tan complejos, que pasamos cada momento trabajando con el objetivo de encontrar uno o dos caballos de fuerza", sostiene. “Estamos buscando esa pequeña ventaja que podamos conseguir, y eso es lo que nos motiva. Vamos al taller todos los días tratando de encontrar otro caballo que pueda ayudarnos a ganar la próxima semana.
“De eso se trata todo para mí. Es mucho trabajo, es un desafío difícil, pero me encanta. Me encanta ir a trabajar todos los días”.
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