2020-06-18 | Revista New Roads de Chevy

Una ciudad llamada Kokomo

General Motors y una ciudad de Indiana se unieron para ayudar a abastecer insumos críticos en un momento de crisis nacional.

 

La gente de nuestro país siempre permaneció activa, priorizó a los demás e hizo todo lo necesario para ayudarse mutuamente en los momentos difíciles. Y lo mismo está sucediendo ahora en la lucha contra el COVID-19. A esta altura, la mayoría se enteró de que GM, la compañía matriz de Chevrolet, dio un paso al frente para ayudar a fabricar respiradores mecánicos indispensables en esta pandemia y que los empleados se unieron para desarrollar un plan de producción en poquísimos días.

 

Pero hay otro punto destacable de esta iniciativa que pocos conocen: se trajeron 1,000 nuevos puestos laborales a una comunidad de Indiana que, como muchas otras, enfrentaba un futuro incierto por la pandemia.

 

"Mucha gente se estaba quedando sin trabajo; los negocios estaban cerrando. De repente recibir el anuncio de que se iban a crear puestos de trabajo esenciales, fue todo un día de festejo para nuestra comunidad", dice Paul Wyman, comisionado del condado de Howard.

 

Mucha gente se estaba quedando sin trabajo; los negocios estaban cerrando. De repente recibir el anuncio de que se iban a crear puestos de trabajo esenciales, fue todo un día de festejo para nuestra comunidad.

 

Igual que Chevrolet, Kokomo tiene una historia de innovación e ingenio. Apodada la "Ciudad de los primeros" por sus numerosos inventos, la ciudad tiene una sólida trayectoria de producción que se remonta a décadas atrás. Y en otros momentos de crisis nacional, Kokomo siempre puso primero a los demás y dio un paso al frente para ayudar.

 

Durante la Segunda Guerra Mundial, la fuerza laboral local dejó todo y se enlistó para unirse a luchar y fabricar equipos cruciales como municiones, uniformes, botes salvavidas y walkie-talkies para los soldados.

 

"Prácticamente todas las industrias en Kokomo y el condado de Howard se pasaron a la producción para la guerra", afirma Dave Broman, director ejecutivo de la Howard County Historical Society. "Todas las grandes industrias, todos se involucraron en la campaña bélica. Fue una unión notable y no creo que hayamos visto nada igual desde entonces".

 

En una comunidad con esa historia, es lógico que los empleados que hoy están en la primera línea de la producción de respiradores mecánicos se identifiquen con el esfuerzo que hicieron generaciones anteriores durante la Segunda Guerra Mundial.

 

"Fue una oportunidad para hacer más que resguardarse en casa y proteger a la gente", opina Debbie Hollis, integrante de UAW Local 292 que está trabajando en la producción de respiradores mecánicos. "Somos como Rosie, la remachadora contemporánea".

 

"La emoción de la oportunidad no fue lo único que vio la gente, sino también la misión increíble que se les presentaba de crear un dispositivo indispensable y hacerlo aquí mismo en nuestra comunidad", sostiene el comisionado Wyman. "Nuestra fuerza laboral no solo se ha adaptado, además lo ha hecho con éxito".

En tan solo un mes

 

A medida que los casos de COVID-19 iban creciendo en todo el país, los hospitales necesitaban con urgencia más respiradores mecánicos —dispositivos médicos que ayudan a que pacientes gravemente enfermos puedan respirar. La compañía de Washington Ventec Life Systems buscaba un socio para reforzar rápidamente la producción de estas máquinas vitales. Recurrieron a GM, y las dos empresas decidieron readaptar la planta de 2.6 millones de pies cuadrados que GM tiene en Kokomo para fabricar respiradores mecánicos VOCSN V+Pro.

 

La demanda de respiradores mecánicos era cada vez más urgente, así que los equipos si dispusieron a actuar rápido. A días de los primeros diálogos con Ventec, GM había conseguido las piezas necesarias para producir respiradores mecánicos de cuidados intensivos. El 25 de marzo se empezaron los trabajos para preparar la planta y recapacitar a los trabajadores en Kokomo. Para el 14 de abril, la producción en masa de respiradores mecánicos ya estaba en marcha. Tan solo tres días después, la primera tanda de respiradores mecánicos de cuidados intensivos fabricados en Kokomo se entregó a distintos hospitales. La planta se está preparando para producir miles de respiradores mecánicos de cuidados intensivos al mes.

 

Además de conseguir las más de 400 piezas individuales necesarias para cada respirador mecánico de cuidados intensivos, el trabajo de preparación de la fábrica involucró recapacitar a los empleados sobre los nuevos métodos de ensamblaje, además de la implementación de evaluaciones médicas, distanciamiento social y otras políticas de desinfección para la seguridad del personal.

 

Lograr empezar la producción tan rápido requirió un esfuerzo verdaderamente heroico. Desde las primeras llamadas telefónicas el 17 de marzo y la primera entrega de respiradores mecánicos el 17 de abril pasó solo un mes.

 

Y recién empezamos. El plan actual es seguir fabricando respiradores mecánicos para cuidados intensivos hasta agosto.

 

Es un honor poder ayudar

Levantar el proyecto desde cero y ponerlo en marcha tan rápido es testimonio del arduo trabajo de todos los involucrados, afirma Greg Wohlford, presidente de UAW Local 292, que representa a la planta de Kokomo.

 

"Pasar de fabricar autopartes a piezas de respiradores mecánicos es un cambio bastante grande", comenta. "Fue una gran hazaña, e hicieron un trabajo excelente".

 

El nuevo trabajo también ha dado a la comunidad de Kokomo un sentido de orgullo por poder ayudar a escala nacional en un momento en que tantos se sienten impotentes en la lucha contra una nueva enfermedad.

 

"Los empleados sienten que ha sido una cruzada en su vida: poder retribuir no solo a su comunidad, sino también al mundo", destaca Wohlford. "Estoy muy orgulloso de todos los que han formado parte de este proyecto. Todos trabajaron incansablemente para poner esto en marcha y han sido simplemente increíbles".

 

Un compromiso de trabajar juntos

 

Si bien las dificultades por la pandemia de COVID-19 distan de terminarse, el esfuerzo heroico como el de los trabajadores de GM en Kokomo ayudarán a los trabajadores de la salud de todo el país a seguir combatiendo el virus. Es solo el ejemplo más reciente de cómo nos unimos en momentos de necesidad para ayudarnos mutuamente.

 

"Miles de hombres y mujeres en GM, Ventec Life Systems, nuestros proveedores y la comunidad de Kokomo se han unido para apoyar a sus vecinos y a los profesionales médicos en la primera línea de esta pandemia", dice Mary Barra, presidenta y directora ejecutiva de GM. "Todos quieren ayudar a cambiar las cosas y salvar vidas. Es inspirador y moralizante ver la pasión y el compromiso que la gente puso en este trabajo".

 

HISTORIA: JAKE HOLMES / VIDEO: LUNAR NORTH